Sabemos que meditar no es una práctica nueva, de hecho, es una práctica milenaria originada en las culturas de oriente; pero la creciente investigación científica ha identificado claramente los efectos beneficiosos sobre la regulación emocional, la autoregulación biológica y por lo tanto la salud física como psicoemocional.

Desde la perspectiva de las Neurociencias, meditar es un proceso de entrenamiento mental que nos ayuda a enfocar la mente, controlar nuestros pensamientos, mejorar la concentración y la memoria, mejora el estado de ánimo y las funciones cognitivas, entre otros. Su popularidad se incrementa cada vez, debido a la utilidad de la meditación en otros campos como la educación, la justicia, el deporte, la nutrición, etc.

“Meditar es para todo aquel que desea mejorar su vida”

¿Alguna vez te has preguntado porque vivimos como si estuviéramos en modo piloto automático, realizando múltiples tareas, pero concentrándonos en casi ninguna de ellas?

Las diferentes situaciones que nos presenta la vida, generan sufrimiento y esto afecta no solo a nuestra salud mental sino a la salud física produciendo diferentes enfermedades. Incorporar Mindfulness a nuestra vida diaria, nos permite pausar y mirar el presente tal y como es, nos enseña a convivir con el estrés, la ansiedad, la depresión, el mal humor y otras afecciones de salud física como el dolor y la enfermedad. Promueve el silencio interior que provee la calma y la tranquilidad suficientes para actuar con ecuanimidad, evitando reaccionar de manera impulsiva, condición que es propia de nuestro ser.

Mindfulness o Atención plena es una capacidad de la mente, una cualidad de mantenerse despierto en el momento presente, sin juzgar los hechos que nos ocurren y aceptarlos tal y como se presentan.

Esta habilidad se la adquiere a través de varias herramientas, pero principalmente de la meditación

Actualmente se la considera una psicoterapia de tercera generación y aunque tiene origen en la tradición budista, el Mindfulness es una técnica desvinculada de la religión.

Se define como una necesidad innata del ser humano de aliviar el sufrimiento propio y de otros seres.

Luego de la niñez, vamos perdiendo la capacidad de sentir compasión, por ello, es necesario entrenarla y mantenerla con el objetivo de ser mejores seres humanos y contribuir desde el amor, a construir una sociedad más empática, más compasiva, más amable.

Entrenar la compasión puede ser una herramienta útil para combatir el desgaste emocional y construir la resiliencia en todas las personas, y de manera especial en personal de trabajo social, humanitario o profesionales de la salud.

Comprende las técnicas basadas en la Psiconeuroinmunología, que buscan la capacidad innata de la mente para regular las funciones corporales. Son utilizadas como métodos coadyuvantes al tratamiento médico convencional con el fin de lograr óptimos y mejores resultados en diversas condiciones de salud.

Las terapias mente-cuerpo se suman a los tratamientos indicados por médicos, logrando así actuar sinérgicamente y lograr activar los procesos fisiológicos naturales de sanación. No quiere decir que reemplazan a los tratamientos médicos ya establecidos, sino que se complementan para obtener mejores resultados, en menor tiempo y utilizando los procesos naturales de la relación mente y cuerpo.

Este nuevo paradigma de sistema integrativo o forma de ver la medicina, es avalada por los múltiples estudios clínicos y representa una manera más amplía de explicar las enfermedades y de intervenir sobre ellas; los datos actuales apoyan la aceptación y la utilización de estas técnicas en sistemas de salud de EEUU y países de Europa.

Entendemos a ser humano como un TODO, una visión integradora donde existe una interacción entre la mente y los sistemas nervioso, inmunológico y endocrino, los cuales actúan en unidad como un engranaje dependiente de todos y de cada uno de ellos. Además, la interrelación de estos con el entorno, el ambiente, y los diferentes contextos sociales y culturales. A través de ella, se conoce cómo los pensamientos, las emociones, el estrés crónico, y otros, son capaces de producir enfermedades al modificar la respuesta inmune, nerviosa u hormonal. Esto se evidencia en la alteración de la presión arterial, los niveles de las hormonas del estrés como el cortisol y otros parámetros vitales.

Las terapias mente-cuerpo basadas en la evidencia científica, incluyen: terapias de relajación, meditación, mindfulness, imaginación guiada, visualización, oración, entre otras.

A personas que por prevención desean activar sus recursos internos protectores de la salud y desean encontrar el equilibrio, el bienestar y mejorar su sistema de defensa para prevenir la aparición de alguna enfermedad.

A personas que tienen algún diagnóstico de enfermedad crónica y que desean sumar a la terapéutica, técnicas que potencien los propios sistemas de protección y restauración del organismo para mejorar su salud y su calidad de vida.